Ser padre

¿Qué define la buena relación de un padre con sus hijos?

Puede que uno de los momentos más felices en la vida de un hombre sea ese en el que descubre que va a ser padre. Es una aventura emocionante, pero en la mayoría de casos se convierte en un camino lleno de dudas e inseguridades. ¿Sabré manejar las situaciones que se presenten? ¿Estaré a la altura? En Roberto Ley sabemos que el padre perfecto no existe, pero tenemos claro que ser un buen padre es cuestión de ganas y determinación. Por eso, en el post de hoy, os mostramos cuáles son las características que debe tener un buen padre y cómo mejorar en algunos aspectos de la paternidad.

Ser empático

Cada persona es un mundo, y eso también incluye a nuestros hijos. Pese a haber sido educados en nuestros mismos valores, existe una evidente diferencia entre la forma en la que ellos se han criado y la nuestra, con la consiguiente disparidad en la manera de pensar. Puede que al principio no entendamos el porqué de ciertas cosas, pero eso no significa que no podamos ponernos en su lugar e intentar comprender los motivos que le han llevado a reaccionar así. La empatía es una característica esencial para una buena relación entre padre e hijos.

Ser ejemplo

De nada sirve querer que nuestros hijos se comporten de una forma, si después nosotros mismos no somos capaces de conseguirlo. La coherencia es un elemento fundamental para la educación de un hijo, así como aprender a utilizar correctamente la inteligencia emocional. Es vital ser una fuente de conocimiento para ellos, que vean en nosotros una figura en la que fijarse. Para ello, tenemos que tener claros cuáles son los valores que queremos inculcarles. La tolerancia, el respeto, la amabilidad y la comprensión pueden ser algunos de ellos.

Disfruta

Me llamo Rafael Lacarcel, soy el propietario de la marca Roberto Ley, tengo dos hijos de 19 y 17 años, y como empresario he dedicado prácticamente toda mi vida al negocio, eso incluyen muchos viajes de trabajo. Esto me ha permitido sobrevivir hasta nuestros días, con muchos problemas y preocupaciones que por desgracia trasladaba y sigo trasladando a mi casa, con la correspondiente carga emocional que casi siempre la pagan los más allegados, no puedo permitirme dar ningún consejo, pero os garantizo que el tiempo pasa muy deprisa, demasiado, y lo más importante que tenemos es la familia, y en estos momentos tan difíciles, en los que la vida por extrañas circunstancias os ha dado a algunos la oportunidad de estar con vuestros hijos, debéis aprovecharlo, disfrutar de ellos, jugar, hablar, escuchar música, comer o cenar con ellos, lo agradeceréis, y ellos más.