
5 CONSEJOS PARA CUIDAR Y CONSERVAR ZAPATOS DE HOMBRE
El mundo cambia y se mueve tan rápido de la mano de la tecnología y de los nuevos adelantos científicos, que han nacido nuevas figuras, hijas frutos de las aplicaciones, de internet y han desaparecido otras, como la figura del limpiabotas.
El limpiabotas era la persona que se encargaba de cuidar y limpiar el calzado de los distinguidos caballeros, oficiales y de todas aquellas personas que eran conocedoras de la distinción y de la importancia que tenía llevar el calzado bien cuidado, limpio y perfecto.
Tanto es así, que en las calles más importantes de las ciudades, en las puertas de grandes instituciones, en las recepciones de los hoteles más destacados… siempre había estos limpiabotas, que vivían de lustrar, cuidar y dar ese toque definitivo a los zapatos antes de que saliésemos a la calle e hiciésemos vida social.
Prueba cultural e histórica de lo que fue este oficio puede encontrarse en la Oscarizada película de los años cuarenta El limpiabotas del italiano Vittorio de Sica.
Hoy en día, éste es un oficio que ha desaparecido, y tan sólo en los hoteles de prestigio, podemos encontrar este servicio tan valorado por los hombres de negocios, que son conscientes de que el calzado forma parte de esos detalles importantes que hacen estar impecables.
Los zapatos dicen sin duda alguna quién somos, marcan nuestro estilo, y respaldan esa información subliminal que todos sentimos cuando nos fijamos en alguien.
Cuidar nuestros zapatos ha de ser una rutina fundamental al igual que el cuidado de la ropa y nuestra higiene. Estos son unos consejos para cuidarlos y alargar su vida:
1. Nada más comprarlos debemos ir poniéndonosles poco a poco, para que de esta manera se vayan adaptando a nuestros pies. Con ello conseguiremos que se vayan amoldando progresivamente y no sufrirán nuestros pies.
2. Acostúmbrate a usar un calzador. Como su nombre indica, este estupendo aparato se inventó para ayudarnos a calzarnos. Con él conseguiremos no deformar la parte del talón del zapato, manteniéndolos siempre perfectos.
3. Tanto para ponértelos como para quitártelos, ata y desata los cordones o las hebillas si las tuviera. Nunca te les pongas haciendo fuerza, ni te los quites ignorando los elementos de sujeción. Mima tus zapatos y ellos te mimarán a ti.
4. Compra unas buenas hormas de madera de cedro. Con ellas conservarás durante mucho más tiempo la forma de tus zapatos y demás, absorberán la humedad tras haber sido usados.
5. Por supuesto, en los días de lluvia, una vez en casa, usa las hormas. Si no disponemos de ellas en ese momento, deja los zapatos secar libremente, el tiempo que necesiten, sin ponerlos directamente al sol, o muy cerca de una fuente directa de calor para evitar que se decoloraren o agrieten.
6. Haz un guiño a los antiguos limpiabotas, y usa las herramientas de limpieza que existen hoy en día para dejarles como nuevos: cepillos, gamuzas, cremas, abrillantadores, cepillos de cerdas suaves, ceras…. elimina la suciedad, la humedad y los olores e hidrátalos. Con ello conseguirás cuidar sus pieles, sus colores y mantener su forma como de nuevos.
Si los zapatos hablan por nosotros… cuida que nos dejen a la altura a la que queramos estar.